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miércoles, 24 de febrero de 2010


La mayoría de las personas tienen la extraña tendencia a callar las cosas lindas que sienten por los demás. A veces porque se dan por sabidas, a veces por verguenza, a veces porque se supone que exteriorizar los sentimientos es signo de debilidad, de orgullo .. y muchas más.
¿Por qué? ¿A qué se le teme? Lo triste es que para expresar el desagrado, la ira, el enojo, el desencanto y otras sensaciones negativas generalmente no existen las mismas limitaciones.
Porque lo que es realmente triste es que surja la necesidad de expresar los sentimientos cuando ya es demasiado tarde.. porque esas palabras que no se pudieron decir forman un nudo en la garganta del cual no podremos quitar jamás. Y surgirán remordimientos, cargos de conciencia y arrepentimientos.. y todos sabemos lo difícil que es lidiar contra ellos. Pero tengamos en cuenta que evitar todo esto está al alcance de nuestras manos.

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