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martes, 28 de diciembre de 2010

La vida es tan injusta.

En el mundo cruel del amor, he aprendido que las promesas no son contratos, los besos no son seguros, las palabras dulces no son garantías,los abrazos grandes no son bonos, y que nada es permanente en esta vida.
Un día, él es mío, al día siguiente, se ha ido.
Ayer por la noche era dulce, a la mañana siguiente, es insensible.
Ayer, lloré, esta noche, me desespero, pero mañana, voy a ser fuerte.
Lo he intentado tan duramente, todavía no parece suficiente.

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