En el mundo cruel del amor, he aprendido que las promesas no son contratos, los besos no son seguros, las palabras dulces no son garantías,los abrazos grandes no son bonos, y que nada es permanente en esta vida.
Un día, él es mío, al día siguiente, se ha ido.
Ayer por la noche era dulce, a la mañana siguiente, es insensible.
Ayer, lloré, esta noche, me desespero, pero mañana, voy a ser fuerte.
Lo he intentado tan duramente, todavía no parece suficiente.
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