Escuché todo lo que decías. No soy la niña tonta romántica que te crees que soy. No quiero el cielo ni estrellas fugaces. No quiero piedras preciosas ni oro. Ya he tenido todas esas cosas. Lo que yo realmente quiero es una mano firme. Un hombre en el que poder apoyarme. Quiero quedarme dormida y despertarme, sabiendo que mi corazón está a salvo. Quiero querer, y ser querida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario