Cuando te vas a dar cuenta, nada es igual. Todo cambió. Y ahora no hay marcha atrás. Todo se dejó ir, y no regresará. Y es entonces cuando te quedas parada, de brazos cruzados, mirando como todo cambia y sigue cambiando aún, viendo como te lo quitan todo, y tú sólo sabes llorar... viendo como todo cambia y jamás volverá a ser normal. Viendo como te arrebatan de tus manos lo que tenías guardado bajo llave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario