Sigue, da un paso más, no te pierdas, sí lo sé, es difícil, pero nadie dijo que fuera fácil recorrer el camino sólo. Pero no importa, si tienes miedo puedes correr, el sendero es ancho. Cuando quieras llorar puedes salirte del camino y esconderte. Cuando sea de noche puedes refugiarte en ti mismo. Cuando sea de día tienes que ponerle tu mejor sonrisa al sol, o desaparecerá y la lluvia se unirá a tus lagrimas. Encontrarás obstáculos, pero siempre tendrás un arma escondida para vencerlos.
Mira hacia delante, es largo, casi infinito, pero no siempre recorrerás el camino sólo, puedes encontrar ayudas, como nuevos amigos que aparecen y se desvían al momento del camino; otros que sigan contigo todo el sendero; encontrarás a la persona más importante para ti, pero esa, aunque no lo pienses también puede irse, y es entonces cuando descubres, que es tu camino, y no el de otro, y que no existe un mando para pausar, ni retroceder y tampoco te dejan un libro de instrucciones ni trucos al principio.
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